Desarrollo histórico del estudio de los reflejos.

Durante los siglos posteriores a la muerte de Descartes, todas sus ideas acerca de los reflejos resultaron ser erróneas.
François Magendie  1783 -1855


                                                                           Bell, Charles, 1774-1842



















Estos dos médicos mostraron que eran fibras nerviosas diferentes las que se encargaban de transmitir la información sensorial desde los órganos de los sentidos hasta el SNC y la información motora desde el SNC hasta los músculos.

Pero vamos a dejar un minuto la teoría y miremos la práctica en vivo y casi en directo:

Sigamos con la teoría.
Decíamos que Descartes se equivocó en algunos detalles del concepto arco reflejo.
Otras personas médicos y otros teóricos mostraron que las contracciones musculares se debían a que los músculos fueran hinchados por un gas como aseguraba Descartes.
En el siglo XIX dos personas fueron los responsables de los principales avances sobre los procesos fisíológicos de los reflejos.
I.M. Sechenov (1829-1905)fue alumno de Helmholtz, y el primero que estudió la estructura elementalista fisiológica del reflejo. Los reflejos son respuestas ante estímulos, relativamente simples, rápidas y constantes, y que ocurren de forma cuasimecánica y generalmente inconsciente e indeliberada. Ejemplos elementales de reflejos: salivar cuando se tiene comida en la boca, retirar la mano al sentir una quemadura o un pinchazo. al ser excitado un receptor.

El vitalismo pretendía explicar los fenómenos biológicos por otras causas diferentes de las puramente materiales o mecánicas. La escuela alemana de fisiología del siglo XIX se oponía al vitalismo. Y de dicha escuela tomó Sechenov el rechazo al vitalismo y la aceptación del mecanicismo. Este fisiólogo ruso consideró que toda la conducta humana se podía explicar en términos puramente mecánicos, a partir de reflejos. Sin embargo, los actos de voluntad pueden impedir una respuesta refleja (apartamos la mano de forma refleja al contacto con una llama, pero si queremos podemos mantenerla junto a la misma), con lo cual parecía difícil interpretar toda la conducta humana en términos mecánicos. Pero Sechenov mostró que existen estructuras del cerebro que pueden producir la inhibición del reflejo, y que por tanto los actos voluntarios pueden entenderse en términos puramente materialistas. En 1866 apareció su libro Los Reflejos Cerebrales; en dicho libro pretendió explicar todos los fenómenos psíquicos, aun los superiores, como movimientos reflejos. La excitación y la inhibición nerviosa podían explicar toda la conducta, incluso la que nos parece dependiente de procesos mentales diferentes de los fisiológicos como las sensaciones, emociones y pensamientos. Con ello, pensó Sechenov la psicología debía reducirse a fisiología y construirse con los métodos objetivos de la fisiología.

Los reflejos condicionados en Pavlov

El representante más famoso del reflejo en su aplicación psicológica fue el fisiólogo ruso PAVLOV (1849-1936); sus investigaciones fueron de enorme importancia para la psicología y especialmente para la aparición del conductismo. Su aportación más importante se refiere al descubrimiento del reflejo condicionado, y con ello del condicionamiento clásico.

Primero estuvo interesado por la fisiología de la circulación sanguínea y posteriormente se preocupó por la fisiología del aparato digestivo y de las glándulas salivares, y es ésta investigación la que le llevó al descubrimiento de los reflejos condicionados.

Dispuso un perro en su laboratorio y diversos aparatos que le permitían medir la cantidad de saliva que emitía cuando tenía alimento en la boca. Lo normal era que se produjera jugo gástrico con la ingestión de la comida, pero le llamó la atención que muy pronto la mera visión del alimento también provocaba la salivación. Lo primero era atribuible a los meros reflejos naturales, los reflejos incondicionados; pero el problema era explicar lo segundo puesto que no era una conducta innata sino aprendida. Las explicaciones fueron varias:

a. Primero dio una explicación mentalista, apelando a una supuesta "excitación psíquica": el perro desea comer, piensa en la comida.

b. Pero pronto pensó que la anterior explicación era una "antropomorfización" pues suponía que el perro puede llegar a tener el mismo estado mental que los hombres ante los mismos estímulos; mejor que hablar en términos mentalistas no observables era fijarse en los fenómenos externos, públicamente observables. Tras prolongadas investigaciones estableció que la salivación ante la mera imagen del alimento es un reflejo condicionado.

Sechenov Ivan Mikhaylovich (1829-1905)

Ivan Pavlov (1849-1936)




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