Y
Aquí está mi respuesta al #RetoNaukas11F
La científica que me abrió el camino en el mundo de la Ciencia fue la Profesora Soledad Ballesteros Jiménez. Su libro: “Procesos Psicológicos Básicos” fue la clave que me dio la apertura a una rama de la Ciencia que se llama Psicología.
La científica que me abrió el camino en el mundo de la Ciencia fue la Profesora Soledad Ballesteros Jiménez. Su libro: “Procesos Psicológicos Básicos” fue la clave que me dio la apertura a una rama de la Ciencia que se llama Psicología.
Fue la Profesora Soledad la
que me indicó que la Psicología Científica tiene sus bases en la Filosofía y en
las Ciencias Naturales. Muchos siglos le ha costado a la Psicología
independizarse de la Filosofía, La Filosofía con un equivocado amor al
conocimiento, esquivó ampliamente el estudio de los procesos mentales básicos y
superiores justificándose en unas supuestas alegaciones a la superioridad moral
del homo sapiens sapiens, sin tener en cuenta que es el cerebro humano, y en
concreto el neocórtex, lo que se erige como plenamente humano, mientras la
Filosofía buscó al humano en textos místicos/devotos y en metáforas que
pretendían esquivar la censura religiosa del momento más que proporcionar
información con rigor, eficaz y veraz. Lo que sí proporcionó la Filosofía es
que la búsqueda de las cusas últimas, lo que en Psicología se conoce como
mecanismos subyacentes, se rijan por las leyes de la Lógica y que se limiten
las probabilidades si no hay o no se encuentra una causa última.
Así puestas las cosas, las
Ciencias Naturales aportaron experimentalmente
algo muy grandioso, algo que abrió la puerta a la verdadera Ciencia en
cuestiones de Vida, los nuevos conocimientos
sobre el Sistema Nervioso y la explicación de la Evolución aportada por Darwin,
explicaciones ampliamente completadas en los años posteriores por miles de
estudiosos y estudiosas que con su labor callada han ido aportando conocimiento
al Conocimiento.
Y la Profesora Soledad
Ballesteros me siguió contando la Historia de la Psicología y me habló de
Wundt, un señor por lo que parece que fue bastante huraño que consiguió poner
en marcha un laboratorio psicológico en Leipzig allá por el 1883 con el
objetivo de estudiar la estructura de la experiencia a través de un método que
llamó introspección, y como quería encontrar la estructura de la experiencia su
sistema se llamó estructuralismo.
Otro señor en USA estaba
desarrollando una escuela, James se llamaba, pues este James influido por la
teoría de la evolución de Darwin buscaba la función de la conciencia, y como no
a su escuela se le llamó funcionalismo y usaba el método estructuralista de la
introspección.
Otra corriente se juntaba
con el estructuralismo y el funcionalismo, la Gestalt, muy preocupada por el
estudio de la estructura y organización de la conciencia, sus elementos como
que no cuentan mucho, cuenta el total. Influida por la fenomenología se
esmeraba en describir los fenómenos que se perciben y que están compuestos de
forma y fondo y la forma destaca sobre el fondo. Se lo curraron, nos dejaron las
leyes de la percepción figura-fondo, las propiedades de las totalidades
perceptivas como la primacía y agrupación estimular en formas o figuras, sí,
sí, todo eso se pone de manifiesto cuando se hace algo relacionado con el
diseño gráfico, vaya que sí.
En Rusia también andaban
experimentando con lo que podían, y se ajustan al estudio de la conducta
refleja, así tenemos al fisiólogo Pavlov con sus perros que nos dejó toda una
serie de reflejos y cómo se pueden condicionar. Sí, el gran Pavlov, no era
psicólogo, el hombre era fisiólogo, en 1904 se ganó su premio Nobel en Medicina
y Fisiología porque su afán era establecer los mecanismos responsables por la
secreción de jugos gástricos en diversos lugares del sistema digestivo (boca,
estómago, páncreas), el caso es que en el planeta se venera porque descubrió
los Reflejos Condicionados y la lió parda, puso palabras a lo que por miles de
milenios se ha venido haciendo de generación en generación, ir condicionando a
la gente en función de las necesidades (básicas o caprichosas) y expectativas
del que manda en el momento.
Así que sí, la Profesora
Soledad Ballesteros me contó el cuento de la Psicología, yo la leía con velas,
en esa época no había suministro eléctrico en la finca que me había mudado, sí,
en una cocina con paredes de piedra y cuando ya tenía a mis hijos y el marido durmiendo,
yo leía con avidez a la Profesora Soledad Ballesteros.
Pero la historia de la
Psicología sigue, nos hallamos en los inicios del siglo XX y tenemos unos
pilares experimentales más o menos sólidos como son el estructuralismo, el
funcionalismo, la Gestalt, los Reflejos Condicionados y con todo eso, emerge
una fuerza que se intenta imponer a base de datos y hechos dejando a un lado el
estudio de la conciencia, el conductismo. El objetivo prioritario del
conductismo es conseguir que la Psicología sea una Ciencia Objetiva y su objeto
de estudio la conducta observable. Se estudia la relación entre estímulo y
respuesta. Para el conductismo la introspección, aunque fuera guiada y
entrenada, era la nada, abogaban por el estudio de las conductas manifiestas,
no por supuestas subjetividades como indicaba el estructuralismo. Así que buscó
sus propios métodos para sacar la información a través de los experimentos
iniciados por Wundt pero sin buscar la conciencia, intentaba exponer sin más la
conducta que es precedida por un estímulo.
Años después vino el
neoconductismo, que aceptó a regañadientes que entre el Estímulo y la Respuesta
se encontrara alguna variable organísmica y su esquema pasó a ser:
Otro que andaba en
cuestiones psicológicas postuló la Ley del Efecto, Thorndike, que dijo algo así como que la asociación
entre Estímulos y Respuestas es dependiente de las consecuencias reforzantes de
las respuestas. Si una respuesta es premiada, es más probable que se repita y
si una conducta es castigada es probable que desaparezca.
Pero un peso pesado de la
Psicología estaba en sus cosas de buscar una descripción ante los datos y
desarrollando el Condicionamiento Operante, vamos, que hablo de Skinner. Que a
pesar de construir toda una teoría que indicaba que si se controlaban todas las
variables se podría llegar a un conductismo absoluto. Pero parece ser que su
propio éxito ahogó muchas variables “que no se ven”. Hechos históricos como que
llegaron los ordenadores y sus lenguajes y sus conceptos como procesamiento de
la información, desarrollos de teorías de información y canales de transmisión,
la teoría general de sistemas de Von Bertalanffy y la gramática generativa de Chomsky que puso
de manifiesto que Skinner no podía explicar el lenguaje humano en base a
estímulos y respuestas, abrieron camino a la incorporación de nuevas o
renovadas perspectivas en Psicología.
IDEAS VERDES INCOLORAS DUERMEN FURIOSAMENTE
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Años después llegó otro
señor llamado Broadbent que se interesaba por los procesos mentales subyacentes
a la conducta. Cognitivismo se llamó a esa corriente, actualmente dominante en
Psicología, utiliza el método experimental para estudiar los procesos mentales.
Broadbent propuso que la mente/el cerebro procesa información que llega a
través de los sentidos, llamó flujo de información a un camino que va desde el
estímulo hasta la respuesta. La Psicología cognitiva ahora anda en busca de responder
si hay una teoría global de la mente o podemos considerar a la mente/cerebro
como un conjunto con subunidades y si existen límites en la computalibidad de
los procesos mentales pues se supone que la información se procesa
secuencialmente, es decir, primero uno y luego otro.
Y en estos últimos años otra
corriente campa por el mundo de la Psicología pisando muy fuerte, el
conexionismo, que no acepta la idea de que el cerebro manipule símbolos de
manera secuencial, para el conexionismo el procesamiento de la información ocurre de modo simultáneo. Según
estos autores, el conocimiento se almacena por medio de un patrón de activación
que se distribuye a través de un gran número de subunidades simples. Dan
especial importancia al patrón de activación y defienden que aprender es
establecer nuevas fuerzas de conexión correctas, produciendo que los patrones
de activación se lleven a cabo en circunstancias nuevas.
Se me enseñó que la
Psicología es una rama de la Ciencia que intenta construir teorías, y modelos
que permitan explicar, predecir y controlar el comportamiento utilizando el
método hipotético deductivo cuyas fases son: observación, formulación de
hipótesis, la deducción de conclusiones y la verificación de la hipótesis, que
una hipótesis es un intento de explicación de un fenómeno que tiene que ser
sometida a contrastación experimental. Para contrastar hipótesis tenemos
técnicas experimentales y no experimentales. Operativizando las variables de
estudio se consiguen que se encuentren algunas causas o se correlacione de
alguna manera significativa los hechos y sus posibles causas.
Mientras yo tenía estas
lecturas iba criando a mis hijos, ya en ese momento notaba que estaba
percibiendo el mundo de otra forma, que las explicaciones que yo daba muy
alegremente ya no eran manifiestas con tanta rotundidad, y que empezó a formar
parte de mi vocabulario un “no sé” que me salía de lo más hondo de mi ser, “no
sé”, me repetía a mí misma, “y si no sé… qué voy a dar”.
La Profesora Ballesteros
seguía contándome cosas de la Psicología, en este caso me contaba cosas de algo
que había oído siempre pero que iba adquiriendo dimensiones nuevas, las
sensaciones.
Empezó a contarme que el
estímulo es una energía física que afecta a un receptor sensorial que envía a
través de fibras nerviosas la información percibida al cerebro donde se produce
la sensación.
Que Müller formuló una ley
que decía algo así como que el tipo de sensación depende del tipo de fibra
nerviosa que se excita con el estímulo. Y sacó sus umbrales. El umbral absoluto,
que es el valor mínimo que tiene que tener un estímulo para que pueda ser
captado el 50% de las veces que se presenta. El umbral diferencial, que es el
cambio mínimo en el valor de un estímulo que puede ser captado por los
observadores.
Se dice que hay correlato
psicofísico a la relación que hay entre un parámetro estimular (regido por
leyes físicas) y el correspondiente atributo de la sensación (que es cómo el
cerebro interpreta esa información).
Pues todo esto me contaba la
Profesora Soledad Ballesteros mientras yo estaba estudiando Pedagogía, y me di
cuenta, tomé conciencia que me había equivocado de carrera, había elegido
Pedagogía cuando tenía que haber elegido Psicología. Bueno, los años que
tuvieron que pasar para poder cambiar y
adaptarme a la vez que intentaba sacar adelante otras prioridades vitales como
los hijos, la pareja, la alimentación, el pago de suministros básicos,
problemas laborales y médicos no me desviaron de mi enfoque hacia la
Psicología.
Poco a poco fui arañando
asignaturas que como triunfos magistrales voy añadiendo al listado del “ya
falta menos para que pueda taconear encima de la mesa”. Amo la Psicología, tan
simple y tan grandioso como eso, la Profesora Ballesteros me puso los pies en
el suelo, a base de suspensos y de ímpetu empecé a aprender a defender la
Psicología. La Psicología no es esa frase que se pregona en multitud de ámbitos
y que califica a alguien como de una categoría especial: “tienes mucha Psicología”.
La Psicología es el Arte y
la Ciencia del estudio de los procesos mentales y sus manifestaciones
conductuales. Ciencia porque es un conocimiento ordenado y sistematizado de una
rama del Saber con sus objetivos y sus motivaciones propias. Arte porque para
proponer las hipótesis que se han logrado explicar a lo largo de su historia para
describir, explicar, controlar y predecir variables de los procesos mentales y
sus manifestaciones conductuales han tenido que echar mucha imaginación proponiendo
experimentos que han atravesado Éticas. Hoy en día este tipo de experimentos
deben ser denunciados y exponerlos como “lo que no se debe hacer jamás”. Sin
embargo, la Historia de la Psicología está llena de autores y autoras que
llevados por su Amor a esta Disciplina Científica y su profundo Amor a la
Humanidad, han llevado a cabo experimentos abrumadores por su sencillez, facilidad
y replicabilidad, y ahí está el Arte, en esa grandiosa sencillez para
manifestar hipótesis que se han verificado con procedimientos experimentales o
cuasiexperimentales. El “efecto Stroop” es ejemplo de ello, experimentos de
estimación y de producción de magnitudes, experimentos fáciles y sencillos,
ilusiones de Müller-Lyer, con autoridad propia que nos muestra cómo nuestro
cerebro nos engaña y demás ejemplos de sencillez en el hacer de la Ciencia de
la Psicología.
Y entre estas personas que
muestra su Amor a la Psicología y su Amor a la Humanidad se encuentra la
Profesora Soledad Ballesteros Jiménez y agradezco mucho que esta mujer
estuviera en la UNED y estuviera pendiente de proporcionar material didáctico
pensado para gente como yo que no podía mirar porque no acudían a clases
presenciales, a gente que trabaja y cría mientras estudia, a gente que desea Saber
por mejora laboral o por deseo, a gente que ha estado dispuesta a incorporarse
a la Ciencia sin tener en cuenta la edad, sin tener en cuenta los antecedentes
académicos. Personas que han sabido aprovechar las nuevas tecnologías para
llegar a un máximo posible de personas ávidas de conocimientos.
Así que la frase “tienes
mucha Psicología” tomó un valor nuevo, cogió un rumbo nuevo la frase “no me
psicoanalices” y tomó un camino completamente diferente cuando me di cuenta que
la herramienta del psicólogo es la calculadora, que las percepciones de las
personas que son ajenas a la Psicología son la mayoría de veces erróneas, es
muy diferente a lo que en realidad es. Que no se puede expresar en dos frases
lo que supone que se comprendan las teorías psicológicas que rigen la labor de
los miles de psicólogos cuando se encuentran ante un paciente, que no se puede
exponer tan alegremente experimentos pues algunos están usando la Psicología
para engrandecer egos y no aportar soluciones a la Humanidad. Que hay que
respetar profundamente lo que supone establecer un contacto con otra persona
que se manifiesta ante ti con todas sus vulnerabilidades al descubierto con la
esperanza que se ponga un poco de orden en ese maremágnum de expectativas,
deseos no cumplidos, enfermedad o trastorno que no se sabe gestionar propio o de algún familiar y sobre todo que
se conozcan los sesgos que todos tenemos y cometemos la mayoría de veces sin
darnos cuenta.
Mi más sentido
agradecimiento a esta mujer que me abrió el camino en la Psicología la
Profesora Soledad Ballesteros Jiménez.
http://www.unedmalaga.org/noticias/2015/jul/01/soledad-ballesteros-ejercicio-fisico-entrenamiento/ |
Bibliografía:
Procesos Psicológicos Básicos, Soledad Ballesteros Jiménez y Beatriz García Rodríguez, Editorial Universitas, S A, 1995
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